sábado, 20 de noviembre de 2010

EXCURSIÓN A ANTEQUERA Y ALAMEDA


El pasado sábado,  día 20 de Noviembre de 2010, fuimos de excursión a la comarca de Antequera. 

Visitamos la propia ciudad y el precioso pueblo de Alameda. Salimos con Antonio Martín, el mismo chófer que en la pasada excursión y con quien esperamos viajar de aquí en adelante y nos preparó un recorrido por la parte alta de Antequera desde donde divisamos unas panorámicas preciosas de la hermosa Ciudad de los Conventos.

Bien es verdad que en mi recuerdo llevaba a un antequerano querido del que hace muy poco se ha cumplido un año de su ausencia. Una ausencia más que triste para mí. Hablo del poeta José Antonio Muñoz Rojas.


Paramos a desayunar en el mismo Antequera un potente desayuno en el Café de Indias y nos dirigimos después a un obrador en el que habíamos concertado una visita.
 
Allí pudimos degustar mantecados, polvorones y todo un surtido navideño. Nuestros socios compraron lo que les apeteció a un precio bastante asequible y con un buen sabor de boca. Gracias al personal de La Antequerana por su invitación y buen trato.



Nuestro almuerzo estaba concertado en la Posada de José María El Tempranillo. Todo un hogar abierto nos puso Paco a nuestra disposición. 

 
Unos troncos en la chimenea y una decoración de la época romántica, de los tiempos de los bandoleros, una excelente comida y un compañerismo del que hace alarde nuestra asociación ayudaron a darle brillantez al clima y a la hospitalidad que ya de por sí tiene el lugar. 
La sobremesa fue una sorpresa para todos cuando entraron unos bandoleros y se llevaron secuestrados a tres compañeros. Una representación muy bien hecha y muy divertida que fue del agrado de todos nosotros.

La visita que teníamos prevista al pueblo de Alameda y a su Hogar de Jubilados se vio sorprendida por una buena tormenta que nos hizo regresar antes de los previsto. A pesar de todo, fuimos a tomar café todos al Hogar y a saludar a los amigos brindando la oportunidad de una visita a nuestra sede.

Volvimos bajo una cortina de agua que desapareció nada más pasar Las Pedrizas, encontrándonos con un sol precioso al pasar por Casabermeja. Aunque llegamos más temprano de lo previsto todo se tomó de buen agrado y nos despedimos con cara de satisfacción.

A juzgar por las fotos, pueden imaginar todo lo demás. Un día maravilloso.

Cariñosamente, Mariví Verdú


No hay comentarios:

Publicar un comentario